TXORIEI

A LOS PÁJAROS

Henry Davi Thoreau, uno de los padres de la ecología y la desobediencia civil, estuvo varios años viviendo en el bosque. A partir de aquella experiencia escribió su célebre Walden donde reflexiona sobre la necesidad de preservar tanto la naturaleza y el planeta como el meollo de nuestra propia existencia individual e irreductible. En algunos de los párrafos describe las sensaciones sonoras que tuvo durante el tiempo que pasó acompañado también por los ruidos cotidianos, murmullos impredecibles, rumores y susurros de aquellos parajes.

Tras casi dos años de vida en solitario, cuando regresó a Concord junto a su familia, según palabras de John Cage –llegó a decir que la música existe por todas partes y siempre es la escucha la que únicamente se detiene y comienza. Aaron Copland en Como escuchar la música insistió en que para poder comprender toda la radical trascendencia que puede encerrarse en el lenguaje sonoro es absolutamente necesario hacerlo desde el conocimiento y, sobre todo, desde la curiosidad.

La historia de la música está atravesada por multitud de obras que se componen tratando de describir la vida en la naturaleza. En las populares Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi se interpretan con singular acierto las sensaciones del frío, el castañear de dientes, el tiritar del cuerpo o el furor de la tormenta. Beethoven fue también un gran amante de la naturaleza y en muchas ocasiones disfrutaba caminando por el campo. Su sinfonía Pastoral es un ejemplo característico del romanticismo naturalista. Joseph Haydn en su oratorio Las Estaciones trasmite su amor por las danzas campesinas o por el canto de los pájaros. La Trucha de Schubert representa, con sentido del humor, las peripecias de un pez en el río. La soledad y la belleza de los bosques laten en muchas composiciones de Jean Sibelius. Antonin Dvořák trató de plasmar la armonía del hombre con su entorno natural en la obertura En la Naturaleza. El mismo Aaron Copland hizo su personal homenaje a los Montes Apalaches con el ballet Primavera Apalache, igual que Richard Strauss a los colores de las montañas alpinas con su Sinfonía Alpina. Tres Nocturnos o El mar de Debussy son obras maestras de la música descriptiva. Qué decir de Igor Stravinsky y su conocida Consagración de la Primavera. Edvard Grieg, Paul Hindemith, Maurice Ravel o Tore Takemitsu son también parte de una lista interminable de célebres compositores que en alguna ocasión pusieron su acento musical en la naturaleza.

En este caso, sin duda, es Olivier Messiaen, y sus conocidas obras compuestas a partir de los sonidos de los cantos de los pájaros, quien aparece tras este A los pájaros pensada, compuesta y ejecutada por el pianista, compositor e improvisador alsaciano François Rossé, uno de los tres artífices de esta obra, destacado alumno del autor de El despertar de los pájaros o Pájaros exóticos, junto con Mixel Etxekopar, xirulari, cantante y responsable del festival XIRU Gotain (Zuberoa- País Vasco Francés), donde la obra se presentó por primera vez en el año 2015, y Migel Zeberio, Director de la orquesta Et Incarnatus, el grupo musical que se encarga de su interpretación.

Fruto de aquel proceso colaborativo es esta propuesta. Más allá de su inserción en la música descriptiva, la obra se nutre de otros ascendentes musicales que entroncan con el serialismo, el dodecafonismo, el minimalismo y la improvisación pero también con el clasicismo sinfónico del romanticismo wagneriano o la música relacionada con las raíces populares que, además, se vehiculan mediante el texto y el lenguaje oral, como en la ópera o en las canciones tradicionales. A lo largo de la obra aparecen melodías ancestrales, como la que silbaban los pastores evocando el vuelo de la chova, que se entrelazan con composiciones de las texturas sagaces y minuciosas de los sonidos creados por la réplica de una flauta prehistórica hecha con un hueso de buitre. Se escuchan sonidos procesados electroacústicamente, percusiones de ecos mediterráneos y efectos sorprendentes logrados a partir de los instrumentos clásicos de una formación de cuerdas. Todo ello al servicio de un concepto musical no transgresor sino introspectivo, en la búsqueda de sensaciones puras y libres.

Por encima de todo, más que música contemporánea, A los pájaros puede considerarse una manera contemporánea de hacer música, con capacidad para desbordar cualquier temporalidad y espacialidad concreta, porque nos puede llevar desde Tolosa, de la mano de Miel Mari Elosegi y la mejor tradición euskaldun, a Alsacia -de ahí la vocación multilingüe de este trabajo- o a los parajes africanos donde invernan los cucos y las golondrinas.

Aunque no hay duda de que la música es un lenguaje universal que no tiene fronteras, también podemos afirmar que siempre surge en contextos específicos, porque se vehicula mediante experiencias concretas vividas en algún lugar determinado del mundo. En A los pájaros lo local y lo global, cultura y naturaleza, arte y vida se dan la mano, una vez más. Cuando la música se hace substancia sonora, en esencia, la vida y el arte no se diferencian porque la escucha de los sonidos del mundo también es inseparable de la ética personal y la responsabilidad colectiva. Al fin y al cabo, volviendo a Thoreau, el arte y la vida nos permiten preservar tanto el conocimiento y la naturaleza cercana como la del conjunto del planeta – Amalurra o Tierra madre- el meollo de nuestra propia existencia individual e irreductible, pero también universal y solidaria.

Santiago Eraso

 

A LOS PÁJAROS

1. Chova

Pop/Arr: Mixel Etxekopar, Migel Zeberio

2. El pájaro de la mano

François Rossé

3. Onirika

José Antonio San Miguel

4. Libre hasta el firmamento

Miel Mari Elosegi

5. El agujero de Iraola

Angel Unzu

6 ¿A dónde vas pajarito?

7. Invierno

Mikel Laboa/Iñaki Salvador/Arr: Juantxo Zeberio/Lyrics: Mixel Etxekopar

8. África

Juantxo Zeberio

9. Goizean argi hastean

Etxahun Iruri/Arr: Mañolo Espelet

10. Volando François Rossé/Lyrics: Migel Mari Luze Elosegi

11. bonus track, Iraola+ piano

A los precusores en ornitología Ramon y Jesus Elosegi.

A LOS PÁJAROS

Es su propio nombre el que le proporciona su identidad. Nació en el festival XIRU, en Gotain -Zuberoa- en marzo de 2015. El primer año se reunieron Mixel ETXEKOPAR, François ROSSÉ y Migel ZEBERIO. Desde el primer momento estos artistas definieron su plan de trabajo en el encuentro con la Orquesta Et Incarnatus. En el mismo, se entrelazan el lenguaje hablado y el escrito tanto en la composición de Rossé como en otras diversas músicas, introduciéndose así mismo con naturalidad la improvisación. Por encima de todo, más que de una música contemporánea se trata de una manera contemporánea de hacer música. “Eskuaren Txoria” se ha elaborado en torno a la nueva música de Fronçois Rossé, al mismo tiempo que se aglutina una gran cantidad de música vasca, canto popular y de compositores vascos contemporáneos.

PRESENTACIÓN DE LOS ARTISTAS

• François Rossé (Alsacia -1945) Pianista, compositor e improvisador. Discípulo de Olivier Messiaene. Galardonado en el conservatorio superior de París. Premio de composición internacional. Ha producido más de seiscientas obras para orquesta sinfónica como para solistas. Entre otras obras ha creado en 2016 el gran proyecto ”Ensemble Inter Contemporain” de Francia. Tanto en la música como en su vida utiliza el multilingüismo, siendo el alsaciano su lengua materna, al tiempo que hace propia la herencia de la tradición clásica de Europa y explora muchas otras tradiciones. Junto a Mixel Etxekopar ha encontrado el arte de EH y este será un paso más . Con Mixel Etxeporar grabó el proyecto transhumancia (CD-ELKAR) así como el proyecto ASPALDIAN en las cuevas de Izturitz (CD-DVD-ZTK).

• Mixel Etxekopar (Gotaine – Zuberoa 1963): Xirulari, kantante, responsable del festival XIRU. En esta década entrelaza la tradición y la renovación, tal como plasma en el proyecto ASPALDIAN. Es una música que nace en las cuevas de Izturitz sonando la xirula paleotítica del lugar. En lo antiguo busca lo nuevo y en lo nuevo… encuentra lo eterno!

• Orquesta de Cámara Et Incarnatus 1996

• Migel Zeberio,

José Antonio San Miguel Alfaro Zaragoza 1967. Tras obtener el título superior de acordeón en los conservatorios de Vitoria-Gasteiz y San Sebastián Donostia y la licenciatura en filología inglesa por la Universidad del País Vasco, viaja a París, asimilará los consejos de eminencias como Isabelle DUHA, Guy LAURENT y, sobre todo, del maestro Claude BALLIF.

En todo este tiempo, ha ido confeccionando un extenso y heterogéneo catálogo en el que podemos encontrar música contemporánea sinfónica, para banda, de cámara, electrónica, instalaciones acústicas, música para documentales, publicidad, televisión, para soportes digitales (DVDs, internet…), ballets, numerosos arreglos corales, instrumentales… Recientemente ha sido galardonado con el primer premio de composición “Physik & Musik” de la Universidad de Viena.

Onirika